«Reconstrucción de Nules» (1941)

Había que resolver el problema de un modo tajante y definitivo, y la Dirección General de Regiones Devastadas, de acuerdo con los pos­tulados de justicia social del nuevo Estado, proyectó, y ha llevado a la práctica, la crea­ción de un campamento de trabajadores libres, consiguiendo con ello no solamente resolver un problema, sino dar el primer paso para ejecución de trabajos en aquellas zonas en que, por estar alejadas del núcleo de población, no podían realizarse las obras con la intensidad y la rapidez que se requiere en los actuales momentos.

Peu de les tres fotos: “Campamento de trabajadores de Nules, instalado en unos antiguos almacenes, especialmente reconstruidos. Tiene capacidad para 300 obreros, y está dotado de todos los servicios necesarios para su perfecto funcionamiento. Las fotografías, de arriba a abajo, muestran las instalaciones de enfermería, cuarto de aseo con duchas y lavabos y el comedor”.

Los obreros viven con toda la dignidad y libertad que les otorga el Fuero del Trabajo, pero dentro de la disciplina de la ordenanza militar. El campamento se ha instalado en unos antiguos almacenes de naranjas, que han sido reconstruidos para este fin, y consta de dos naves de dormitorios, con capacidad para 300 obreros, con literas dobles metálicas. Com­plemento de los dos dormitorios son los cuar­tos de aseo, con duchas y lavabos; el comedor, sala de estar y biblioteca, enfermería para 10 camas y servicios de cocina y dependencias auxiliares.

Reconstrucción de la acequia de riego de Nules, que los rojos destrozaron totalmente. La obra se está ejecutando rápidamente, y en la actualidad hay ya terminados más de 700 metros de canalización. Proporcionará riego a una zona de más de 2.800 hanegadas, y si se tiene en cuenta que en el término de Nules hay muchas fincas de menos de tres hanegadas, se comprende fácilmente la importancia que para la vida de todo el pueblo tiene esta obra. Tres motores proporcionarán más de 3.000 litros de agua por minuto.

El campamento funciona desde mediados del mes de junio, siendo cada vez mayor el número de obreros de provincias limítrofes que acuden a Nules solicitando ingresar en él. El precio de la pensión es de cuatro pesetas diarias, incluyéndose en ello el desayuno y dos comidas, compuestas cada una de ellas de dos platos abundantes, y todos los servicios inhe­rentes al mismo, como son la estancia, cama, lavado de ropa, duchas, lavabos, etc. La ex­periencia ha llegado a demostrar que el rendi­miento de estos obreros viene a ser un 30 por 100 superior al de los otros.

Reconstrucción y habilitación de viviendas en Nules. Casa en la avenida de Galicia, 53.

La concentración de un grupo numeroso de personal podía suponer en los actuales momentos algún inconveniente de índole sanita­ria; pero esto ha llegado a evitarse, en abso­luto, puesto que no se admite ningún obrero que no haya pasado por un reconocimiento médico detenido y escrupuloso, y antes de en­trar en el mismo pasan por la sala de desin­fección y de despiojamiento.

El campamento funciona con la disciplina y alegría del que está cumpliendo una función de reconstrucción de la Patria, estando dirigi­do por un Teniente del Ejército, Caballero Mutilado de nuestra Cruzada.

Nota a peu per a les quatre fotos: “Almacenes y talleres de la Dirección de Regiones Devastadas, en Nules. Su organización permite seguir las obras de reconstrucción al ritmo adecuado”.

La labor de suministro de víveres se ha lle­vado a cabo gracias a las facilidades otorgadas por la Comisaría General de Abasteci­miento.

El campamento de obreros de Nules está en marcha, y gracias a él las obras de recons­trucción pueden seguir el ritmo adecuado, de lo que son prueba las fotografías que acom­pañan a este artículo. La Dirección General de Regiones Devastadas, cumpliendo lo estatuido en el Fuero del Trabajo, ha podido resolver radicalmente un problema urgente, evitando así que el día que la reconstrucción se termine los obreros forasteros sean una carga para el pueblo en el que han estado trabajando.